Hace muchos años, tuve un blog. Luego, trabajé en un periódico, en otro y en otro más. Mientras, toqué el bajo, leí cosas, describí cosas y escuché otras tantas. Hice lo que pude por contarlo, pero lo dejé de lado para entregarme a la puesta en escena y a los mestizajes entre teatro y música. Acerté lo suficiente como para acabar sabiendo que mi vocación estaba en el cruce de todo ello.
En pocas palabras: traduzco y sobretitulo óperas, zarzuelas y conciertos en varios teatros, auditorios y festivales españoles; monto óperas, espectáculos sinfónicos y líricos cuando tengo oportunidad; traduzco documentos, libros y relatos; toco en dos grupos; ayudo a buscar soluciones a problemas artísticos y de producción; escribo, paseo y, de cuando en cuando, hago magia.